“Somos lo que comemos”. Una frase que invita a múltiples interpretaciones pero que todas van orientadas hacia el mismo objetivo. La nutrición.
La nutrición es una parte vital en la vida de un deportista. Tal es la importancia que tiene que una mala alimentación derivará, sin duda alguna, a posibles lesiones, dificultades en las capacidades físicas básicas y carencias nutricionales, ocasionadas por las altas exigencias físicas que requiere la práctica de cualquier deporte. En este caso, la Capoeira.
Si es cierto que la práctica por si misma y de forma esporádica o amistosa no tiene ningún tipo de peligro. De hecho es bastante enriquecedora. Sin embargo, una correcta alimentación es uno de los pilares principales para la buena salud, no solo la de un practicante de ejercicio físico o capoeirista
Partiendo de esa base, la alimentación para quienes practican deporte debe ser equilibrada, con una gran demanda de nutrientes, los cuales deben obtenerse del mayor tipo de alimentos posible. Y, en su defecto, de una correcta combinación del que dispongamos o estemos dispuestos a acceder.
Sin embargo, en mi opinión, hay determinados alimentos que deberían formar parte de la base alimentaria de todo deportista.
Agua. El principal componente de nuestro cuerpo. Pero, como muchas cosas, hay que renovarla. El agua, aparte de ser una de los principales componentes de nuestro cuerpo, es la “herramienta” que usamos para conseguir que nuestro cuerpo funcione como debe hacerlo, depurando, limpiando nuestro sistema, trasladando oxigeno y nutrientes… Perdemos litros de agua al cabo del día. Por ello, la hidratación de nuestro cuerpo es vital. Eso sí, de forma equilibrada y controlada. Es tan mala la falta de líquidos como la “hiperhidratación” (la llamada “intoxicación por agua”).
Verduras. Sobretodo, las verduras hoja verde. Acelgas, espinacas, canónigos… Son alimentos con una alta concentración de magnesio, vitaminas y ácido fólico entre otros. Son, como los denomino yo, alimentos “médicos”: alimentos que a muy pocos nos gustan pero que están siempre recomendados y destinados para la optima salud del consumidor. Si sois de los que no os gustan, os recomiendo intentar aplicar alguno de estos alimentos, aunque sea de forma mínima en vuestras comidas.
Frutas rojas. Excelentes antioxidantes donde los haya. Grosellas, moras, fresas, cerezas, frambuesas… Además, contienen mucha fibra, vitaminas y oligoelementos. Por no decir que están buenísimas.
Algas. Las verduras del mar. Consideradas “superalimentos” por la barbaridad de propiedades que aportan. Y para esto no hay excusas (xD): podéis tomarlas tanto de forma gastronómica, como en polvo diluidas en un poco de agua o en cápsulas. Son relativamente difíciles de conseguir pero vale la pena tener algunas en casa e incorporarlas de vez en cuando en nuestra dieta.
Proteína vegetal. La podemos conseguir en alimentos tan comunes como las lentejas, la soja, la quinoa, los garbanzos… y otros preparados como puede ser el seitán. A parte de ser una fuente sana de proteínas, ayuda a compensar el exceso de la proteína animal, en el caso de los comensales más “carnívoros”.
Frutos secos: Nueces, almendras avellanas… Alimentos con un alto contenido en Omega-3 y calóricos. Ideales para mantener el cuerpo y la mente en forma y equilibradas.
Arroz integral. De hecho, cualquier grano que sea integral es una fuente sana de carbohidratos, fibra y nutrientes reguladores. Los deportistas deberán aportar un indice un poco más elevado de estos, dadas las exigencias físicas derivadas de la práctica deportiva.
Con esto, os veo en el próximo post. Espero que os haya servido y, si queréis incluir algún alimento que creas relevante y de suma importancia, estas invitados a hacerlo.
¡Mil abrazos y hasta la próxima!
¡¡AXÉ!!
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