jueves, 23 de abril de 2015

La Cuerda Verde

El verde, el color de la naturaleza y esperanza, y justamente eso puede simbolizar esta cuerda.
Imaginemos un lugar por el cual, no ha pasado ningún tipo de ser vivo, virgen en cuanto a todo ¿vale? ¿Qué sería lo primero que veríamos en ese lugar si dejásemos pasar el tiempo?

Sin duda, de entre las rocas y de la misma tierra, nacerían hierbas y brotes verdes, dotándolo de vida e iniciando el ciclo vital presente en todos y cada uno de los lugares de este planeta, ¿no es así?

Un reino en el cual todo tipo de vida se basa e inicia apoyándose en él. El inicio de algo apasionante que invita al desarrollo y al continuo nacimiento y aprendizaje.

Al igual que este sencillo ejemplo, la “Corda Verde” se ofrece al alumno en el cual, los conocimientos están empezando a surgir. Cada patada, esquiva, acrobacia… cada movimiento aprendido y, por consiguiente, aplicado a la roda es como esa pequeña brizna de hierba verde naciendo de ese virgen lugar.

Sin embargo el verde simboliza otras muchas cosas aparte del inicio de un aprendizaje.





De todas las rodas en las que he tenido el honor de participar he aprendido que jamás hay que desdeñar ni subestimar una "Corda Verde". No olvidemos que un alumno iniciado no es sinónimo de ignorante ni, por supuesto, incauto. Sino todo lo contrario. Los ojos acostumbrados podrán leer todos y cada uno de los movimientos de un contrincante y, por lo tanto, responder y/o contraatacar.

No obstante una "Corda Verde" sí puede ser (y de hecho es) sinónimo de sorpresa, ímpetu y fuerza, por lo que sus movimientos pueden estar situados totalmente fuera de una secuencia lógica pero no por ello incorrecta.

Y, aunque sepamos que prácticando Capoeira no tenemos como fin dañar ni noquear a nuestros compañeros, un alumno iniciado puede dar algún que otro movimiento que no esperemos y acabar con alguna bolsita de hielo como souvenir del centro deportivo.

El reino vegetal, por muy pequeño e insignificante que parezca en su nacimiento, es capaz de partir y quebrar rocas, agujerear la tierra y abrirse camino por todo tipo de lugares que intente cruzar.

Un color que presenta a un alumno iniciado y joven, pero que jamás se debe subestimar ni desdeñar.

Os veo en el próximo post. Mil abrazos

¡¡AXÉ!!

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