sábado, 2 de mayo de 2015

La Cuerda Amarilla

Hoy vengo a presentaros el color en el que, personalmente, más noté mi evolución. Estuve dos largos e intensos años portando la cuerda del “Sol”. La cuerda donde la energía, además de fluir, era intensa y ardía como el fuego.

De hecho, hablamos de un color donde el alumno ya posee las nociones básicas de la Capoeira; es conocedor de todos y cada uno de los movimientos básicos (algunas patadas y esquivas, determinadas acrobacias…) y que tiene como tarea asentar todos esos conocimientos y favorecer la evolución y el uso adecuado de los mismos.

Usando la misma alegoría expuesta en el cuerda anterior (La Corda Verde), pasamos de ser esos pequeños brotes que se abren paso hacia la vida, para convertirnos en el sol que las alimenta. En esa energía que es necesaria para poder desarrollar y evolucionar toda vida (en nuestro caso, conocimientos).



 Por esta razón, el alumno de Corda Amarilla, tendrá que ser cauteloso de ahora en adelante. Sus días de impulsividad deben ser sustituidos por cautela y reflexión, ya que si nos dejamos llevar por la energía que alimenta esta corda, careciendo de autocontrol, es muy posible que nos aporte alguna que otra lesión en vez de madurez.

Podríamos afirmar que una corda amarilla simbolizaría una preadolescencia capoeirística: Grandes posibilidades de evolución y desarrollo pero un gran peligro autodestructivo si no se es controlado por uno mismo.

Como experiencia personal, recuerdo esta etapa como la más intensa en esta disciplina, sin embargo mi actitud sedienta de conocimientos e impulsividad me llevó en más de una ocasión  de vuelta a casa saturado mental y físicamente.

Por ello, debemos adquirir un comportamiento que invite a la madurez, ser conscientes de lo que somos en ese momento sin querer abarcar más de lo que podemos y reflexionar sobre todos los movimientos con los que hemos empatizado. De ese modo nuestra energía alimentará de forma equilibrada nuestro conocimiento, permitiéndonos saltar a un nuevo nivel posterirmente. Eso sí, llegado a su debido tiempo.

Un gran Mestre o Profesor sabrá cuál es el momento de ese avance.

Si eres alumno de Corda Amarilla confía en tu Mestre; ayuda a los alumnos recién llegados a integrarse en este fabuloso mundo, respeta a tus compañeros de graduación superior e inferior, “juega” con todos ellos y analiza su “juego”, reflexiona que puedes mejorar o aquello que, por ahora, no precisa demasiada atención… Y verás ese esfuerzo recompensado.

Mil gracias por vuestra atención. Os veo en el próximo post.

¡Un saludo y muchos abrazos!

¡¡AXÉ!!

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